Bebel es zurdo para jugar y para pensar.
En el estadio, se pone la camiseta del Depor. A la salida del estadio, se pone la camiseta de la Juventud Socialista.
Once días después del cuartelazo de Franco, cuando acaba de cumplir veintidós años, enfrenta el pelotón de fusilamiento:
- "Un momento", manda.
Y los soldados, gallegos como él, futboleros como él, obedecen.
Entonces Bebel se desabrocha la bragueta, lentamente, botón tras botón, y de cara al pelotón echa una larga meada.
Después, se abrocha la bragueta:
- "Ahora sí".
Espejos (2008), Eduardo Galeano